¿Qué es un dircom?
- Amparo Navarro
- 29 oct 2015
- 2 Min. de lectura
Joan Costa nos define como el director que orquesta la empresa, somos los responsables de la comunicación publicitaria y no publicitaria. Somos un estratega en la toma de decisiones de intangibles dentro de la estrategia global corporativa, ayudando a implantar un proceso de toma de decisiones medible y participativo, integrado en la identidad corporativa de la organización, y en el que los intangibles sean criterios de peso en la decisión final de la estrategia global.
El gestor de intangibles ha de conseguir la implantación, seguimiento y gestión óptima no solo de la comunicación, sino de todos aquellos factores clave que afectan de alguna manera a la reputación global. Tiene, además, la responsabilidad de formar al resto de directivos; de vigilar que hay coherencia entre lo que se dice y lo que se hace dentro y fuera de las organizaciones. Ha de ser ese puente entre la empresa y la sociedad. Ha de saber leer el contexto social y cumplir con la responsabilidad social y ética de las empresas en el contexto actual.

El director de Comunicación (dircom), partiendo de los objetivos, visión, misión y valores de una organización, es quien asume la responsabilidad de definir y concretar la política de Comunicación Corporativa de esta misma organización, se trate de una empresa o una institución pública o privada. Para gestionar la Comunicación Corporativa, el dircom identifica los públicos estratégicos (stakeholders), tanto externos —clientes, accionistas, proveedores, líderes de opinión, medios de comunicación e instituciones y administraciones públicas— , como internos —empleados— y dirige y planifica los items y las ideas, y gestiona los mensajes clave específicos que entregará a cada colectivo, estableciendo los canales, los apoyos, los flujos, los ritmos, las cadencias, los tonos y los estilos de comunicación más adecuados a cada escenario de intervención, para generar estados de opinión favorables a los objetivos corporativos entre sus públicos relevantes. Cuando las percepciones y las actitudes generadas por los stakeholders, no son las deseadas, las organizaciones tienen un problema de imagen pública, que puede afectar incluso gravemente a su reputación corporativa. Por eso, hoy, las organizaciones del siglo XXI tienen que contar con el rol activo de un dircom: de un profesional capaz de gestionar la Comunicación Corporativa, aportando beneficios y valor añadido a los objetivos corporativos a los cuales sirve.
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